Pesadillas, intrigas y pena de muerte

Por poco se me pasa. Pero anoche volví a soñar algo que recuerdo aún. Eso es muy difícil que me suceda a mí, y peor en la misma semana. Bueno, comparado a las tres memorables pesadillas que tuve la madrugada del lunes, esto fue un pedazo de pastel.
O estoy comiendo cosas raras antes de irme a dormir (es decir sea siempre), o estoy llegando al punto sin retorno.

Ah, vengo de unas diligencias que pueden o no pueden significar en mi futuro próximo. Los dejo con la intriga, jaja. Pero no pues, imagínense si no se me hace, qué papelón. Me contentaré con dejar constancia de que estoy un poco hiperactiva, y que eso me pasa cada eclipse de luna.

Bueno, a temas más serios. Esta mañana vengo a enterarme de que el gobernador del Guayas anda indignado por la muerte de un policía (com si fuera el primero),pidiendo la pena de muerte para los policidas. Yo entiendo que es el menosprecio a una figura de autoridad lo que tiene a mal traer al señor Roca. Pero entonces ¿es de menor valor la vida de cualquier ciudadano que por su mala suerte llegó al lugar equivocado en el momento equivocado? ¿Y los asesinos de niños? ¿Y los que nos venden medicamentos ocultando que traen efectos secundarios? ¿Y los que...?- cállate Dael, ya entendimos.

A mí no es que me caigan bien las organizaciones de Derechos Humanos porque harto les falta para hacer su trabajo como es debido. Ya sé que yo no trabajo y por eso 'no tengo derecho a criticar. Al menos ese es el argumento con que nos obligan a cerrar la boca. Pero esta vez el vocero tuvo razón. Regresar a la pena de muerte sería admitir que no nos queda más remedio que hacer explotar la nave porque ya nadie de la tripulacióin sabe qué hacer. Y no es que yo crea que los asesinos todos se regeneran. Es que no creo que haya nadie con la autoridad moral suficiente para aplicar dicha pena. Pero claro, es más fácil sentirse digno si se tiene chofer, auto blindado y placas oficiales.

No es más o menos grave matar a un ladrón que a un policía que a una viejita. Es que es igual de grave. En todos los casos. Aunque el sujeto a ser suprimido haya suprimido a otros antes, y esté en una celdita a tu disposición.