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febrero 06, 2007

La paparrazza quiere morir

Me manda un mensaje hace un ratito. Que su hermano se fue a Argentina y va al festival de Quilmes.

El hermano no tiene la culpa. El hermano no tiene la culpa. El hermano no tiene la culpa.

Decía que desde ayer me iba a dedicar a The bad beggining, y ayer mismo se me terminó. En realidad, creo que tendría que ver de nuevo la película. ¿Alguien la tiene? ¿No? Bueno, no importa, la conseguiré. Me parece que al principio, Olaf es visto nada más como un buscafortunas, no tiene ninguna sutileza (su plan de casarse con Violet es terrorífico, pero básico), es un sucio, etc. Bueno, lo sucio no se le quita nunca. Pero a medida que avanza el asunto (o sea por el libro 10 u 11, porque los llevo en desorden), se ve que Olaf, no solo quiere la plata, sino que disfruta de ese asunto de andar secuestrando y aterrorizando huérfanos. Sigue siendo cazaherencias profesional, de hecho secuestra a los trillizos Quagmire solo por eso, pero además no es tan basto como parece, o como él querría ser, oculta cosas, cosas que solo alguien con tan cochino prestigio querría ocultar. Como que no siempre fue un villano, como que parte de él -la que no se ocupa de maltratar niños- nunca lo fue, al menos no por completo.

Como Snicket es un investigador minucioso pero poco ortodoxo, solo de ver la portada de la última novela, ya sé cómo acaba todo, y de todas formas quiero leerla. Algo así como cuando te dicen: no mires. Lástima que no pueda comprar todos los tomos ahora; todo en su momento, ya habrá los recursos. (O sea, cuando ya no se los encuentre en ninguna parte.)

enero 31, 2007

Antipatía

Las cosas han ido saliendo mal desde tempranito. Pésimo. Madrugué a ver si Dios me ayudaba, pero creo que hoy él se estaba riendo de los refranes y, de paso, de mí también.

La moral por el piso. Cosas por hacer. La mayoría de las cuales no alcanzaré a realizar, o haré mal. Y claro, la plena cooperación de mi familia para que mis problemas se solucionen *sarcasmo a toda vela*.

Y para colmo, o sea para volverme más cínica, viene alguien y me dice que le estoy causando preocupación. Ay. Ahora qué hice.

"Estás trabajando demasiado, Daelita. Ya no nos tomas en cuenta a los demás."

En ese momento, ocurrieron dos cosas. Primero el apenas resistible impulso de preguntar, "¿y cuándo es que los he tomado en cuenta?" (culpo de ello a las malas influencias). Pero me di cuenta de que no conseguiría emitir a continuación la sonrisa necesaria para indicar que la frase había sido dicha en broma.

Lo segundo fue causado por mi intento de reprimir el impulso ya mencionado. Miré a la pantalla en busca de inspiración, y me fijé que en ese momento tenía abierta la Cabina de Suicidios. Ahí si tuve ganas de reírme, pero me di cuenta que no sería una risa agradable, que quizá la preocupación de mi compañera de labores experimentaría una tendencia al alza, y que la ocasión ameritaba una expresión neutra all the way. Para crédito mío, lo logré.

No es mi intención preocupar a nadie. Cuando me dan mis ratos antipáticos, lo mejor que se puede hacer si no quiere amargarse, es dejar que se me pase y encontrar mientras tanto alguna otra actividad en la cual aprovechar el tiempo. Ojo, que no estoy diciendo que yo me lo tomaré con madurez y calma, ni que desistiré de llamar la atención hacia mi terrible sufrimiento... Solo advierto lo que conviene hacer en estos casos.

A veces, en medio de la adversidad, me pongo magnánima.

enero 26, 2007

Raaayos

Yo del conejo tendría más cuidado >_<.

Ayer la regué y mejor ni les cuento qué fue porque me caen a golpes, así que vine ultratemprano para ver cómo arreglo esta situación. Demonios, supongo que esto supera a la vez que me reí de Al porque se le cayó la cédula en el cine. Ya me imagino el trámite que se me viene encima. De solo pensarlo se me quitaron las ganas de irme a ningún lado este fin de semana. Nah. Me quedaré en casa meditando acerca de lo mala persona que soy, y cómo todo esto se refleja en la pésima suerte que me manejo a veces.

Maldición, lo peor es que ni siquiera puedo decir oh qué horror, estoy salada, porque si bien perdí algo ayer, hoy encontré plata en este abrigo que no me ponía hace tiempo, y además apenas llegar hay un par de páginas ya impresas en mi escritorio, más dos libros míos que se supone que el orquito no ubicaba por ninguna parte.


Ay, dioses, por qué seré tan descuidada. Me odio, me odio, me odio, me odio.

Mentira. Me amo tanto que espero que hayan encontrado lo que perdí, y que me lo devuelvan sin más.



(Hint: me siento muy muy mal y el verdadero propósito de este post es que todas esas almas piadosas que deambulan por ahí aparezcan a decir tranquila que no fue tu culpa, Daelita. Pero algo me dice que eso no pasará. Batracios.)

enero 23, 2007

On and off

En este post iba a decir que estoy perdiendo la fe, porque ayer en coro las mujeres de esta redacción se pusieron a cantar "Soy el ladróoon de tu amor..." etcétera. No me la sé, pero reconozco unas cuantas líneas. Falleció el protagonista de Leonela, y todas se pusieron nostálgicas, hasta las no tan mayores (o sea de mi edad, jeje).

Para ser honesta, y con el respectivo respeto a los difuntos, a mí me dio siempre mala espina que fuera tan popular un programa con un argumento como ese. Me daba mello ese protagonista que siempre andaba ebrio, tambaleándose por ahí (al menos ese imagen es la que se me quedó). Y la otra, siempre colorada de llorar (o será que también le hacía a la botella). Patético. Eso fue el boom cuando yo estaba todavía en la escuela, me parece, y ya entonces me parecía espeluznante. Cuando por casualidad en algún bus escuchaba el main theme de la novela en cuestión, era casi peor que ir oyendo vallenatos de principio a fin.

Todo esto se lo dije a una de mis compañeras más jóvenes, una chica muy pilas que admitió que yo tenía la razón, pero eso no le quitaba que siguiera cantando que quien te hace llorar es quien te ama. Se rió de mi cara de asco. "Es que es pegajosa".


Sí, y también el chicle debajo de los asientos, y los mocos, y un montón de otras sustancias asquerosas que de seguro Al podría enumerar.


Pero, luego pasan cosas buenas. Después de tener que deshacerme de la Cabina de Suicidios, la he recuperado. Ahí la verán a la derecha. Lo que sí, es que habrá que tratarla con delicadeza para que los señores de Cbox no vuelvan a instalarle ninguna publicidad trucha que luego me cause líos con el departamento de Sistemas. Mientras tanto, Eduardo me ha dado mi regalo de cumpleaños adelantado. Yo con gusto cumplo 27 ahorita mismo. Gracias...

enero 18, 2007

El tiempo me da la razón

Al fin, Conejo ha tenido que reconocer que yo estaba en lo cierto.

Me acaba de llamar a decirme que está viendo Fullmetal Alchemist. "¿Por qué no me habías dicho que esto era tan chévere?"

Al parecer, llevo años predicando en el desierto.


(Estimado Conejo. El anime es chévere. Celebro que te hayas dado cuenta.)


Sucede que ya la están pasando en canal 36. Claro, era lo que tenía que suceder, por ponerme a esperar que ciertas personas me prestaran el resto de capítulos que no he visto. Primero me encandilan con unos cuantos episodios, y luego me dejan esperando cual Penélope que me presten el resto.

Pero ese no es el caso ahora. Porque mientras Conejo me saca pica de que está viendo FMA desde la comodidad de su hogar, yo tengo acá la serie completa, amablemente proporcionada por el asiático importado (gracias, Kenni ^^). Solo falta que el formato en el que están pueda leerlo el reproductor allá en casa.

Porque si no, más me vale irme ideando la forma de que, o me dejen salir más temprano para ver la serie, o me instalen aquí un televisor.



Actualización: Conejo me acaba de avisar que los del 36 cortaron FMA para poner una serie llamada Sixteen. En este país no hay respeto al televidente.

enero 15, 2007

Bien hecho

Solo porque me caes bien, Rossy. Y porque acá todo el mundo estaba viendo esa cuestión de Correa, y yo me aburría. Seis por seis.

Entre ayer y hoy me tenía bastante mosqueada el saber que iba a venir el Álvaro Uribe. Así que comprenderán que hoy, cuando el presidente del Congreso, Jorge Cevallos, olvidó saludarlo, o quizá se acordó de no saludarlo, se me escapó un: ¡JA!

Todos en la ofis aplaudimos, excepto alguien que se lamentaba porque eso podría significar un resentimiento.

Hay que reírse nomás.

enero 09, 2007

dioses menores

¡La tortuga se mueve! ¡La tortuga se mueve!

Me pasé dos paradas de metrovía, dejé que la gente se me adelantara en la puerta giratoria y en el marcador de la entrada, casi me choco con un compañerito en el pasillo, pero ha sido como caminar todo un día al aire libre conociendo la ciudad.

¡La tortuga se mueve!


Ya con más calma, esta semana re-encontré el libro de Pratchett que se me había extraviado en el tráfico navideño. La verdad hasta había olvidado que lo tenía. Pero cómo me estoy riendo.

*se viene sinopsis*

El Gran Dios Om decide encarnarse para buscar a su Elegido. El Gran Dios Om es famoso por aparecer en forma de un gran toro blanco (que pisotea a los infieles), un águila (quedomina las alturas) o un cisne (no muy macho, pero...). Lo malo es que el Gran Dios Om no hace bien los cálculos, y su última encarnación sobre la tierra es... una tortuga terrestre. Un animal no muy majestuoso, ni ágil, ni listo, ni variado en su dieta, pero eso sí, tremendamente cínico. ¿Quién oirá el llamado del Gran Dios Om?

*introducción del personaje que hace que la historia valga la pena*

Brutha. (Sí, así se llama, y es un chico.) Un aprendiz de monje que no sabe leer ni escribir ni distinguir entre un sarcasmo y las verduras con las que trabaja, pero que Cree (con mayúsculas) y que parece ser el único que puede escuchar la voz de del ahora Pequeño Dios Om.

La cosa es, a cuidar a Brutha, Om. Porque si a Brutha le pasa algo -y siendo sirviente del equivalente a un gran inquisidor siempre te puede pasar algo-, Om le puede ir diciendo chao al último creyente que le queda. Y desaparecer, como una estrella de la canción que se ha quedado sin un solo fan.

*fin de la sinopsis*

Todavía no he terminado el libro. Voy a tomarme mi tiempo, está disfrutable.




What's a philosopher?
Someone who's bright enough to find a job with no heavy-lifting.

enero 08, 2007

Agua mansa

Tuve un sueño aleatorio. Una persona del mundo de los blogs. Una del trabajo. una de mi familia. Otra ficticia. Para qué, anda experimental mi inconsciente, por ahora.

Para colmo tenía pendiente esta cuestión del relato, y como se me ocurrió la genial idea de pedirle a Kenni que hiciera la sugerencia del tema, tuve que escribir sobre... Y bueno, salió una cosa feísima. Pero la tengo que publicar porque Rossy ya terminó la suya y después pierdo.



De vuelta al mundo real, auxilio. Alguien tiene la errónea idea de que a mí se me puede encargar trabajos delicados de alta precisión. Ayer una de las chicas de mi clase me hizo señas misteriosamente para que me acercara. No sabía para qué, ella ha dejado de ir últimamente, y como su vida está algo complicada ahora, no he querido presionarla. Pero pensé que sería algo importante. Fui.

Cuando llegué, me puso unas tijeritas en la mano. Me la quedé mirando. Ella estaba sonriente. Quería, ni más ni menos, que le cortara las uñas a su bebita (cuatro semanas, creo que tiene), que estaba dormida en una de esas sillas que usan para transportar a los niños.

Pánico.

¿Cómo decirle que no? Rara vez me piden nada, se supone que pretendo que puedan tenerme confianza, etc. Era como estar en una sala de operaciones, con medio mundo creyendo que eres un experto cirujano, y tú sin saber ni pegar botones. Para colmo tuve público, las otras chicas se acercaron a mirar. Me encomendé, encomendé a la niña, encomendé sus deditos que no sabían en el peligro en que se hallaban, encomendé hasta las tijeras, hermanos, mientras rogaba que Reivaj no se diera cuenta, porque ese es batracio.

Hasta ahora no sé porqué me lo pidieron precisamente a mí. Tampoco pregunté, no hice preguntas, estaba demasiado aliviada de no haberle hecho daño a la nena.

Es medio espinoso tratar con chicos de esa edad. Algunos no sueltan palabra. No puedo quejarme porque mi mala memoria no alcanza a borrar el hecho de que yo era peor que ellos. Otros se pasan cuestionándote hasta casi hacerte perder la paciencia, y de eso creo tener bastante. Y otros se meten en problemas, y luego vuelven, y no te cuentan nada, ni un comentario, a pesar de que tú ya lo sabes por otras fuentes, o porque las evidencias están ahí. Y tú te quedas esperando a que en algún momento te los hayas ganado lo suficiente como para que de su propia voluntad acudan a contarte, pedirte, preguntarte...

La arrogancia, según parece, es grande. Incluso en una rata que cree tener los pies firmemente puestos sobre la tierra. Lo que no te habías planteado, Dael, es ¿qué ibas a hacer una vez que se produjera el milagro?

Un día te despiertan con un mensaje haciéndote preguntas para las que te haría falta acudir con una pizarra, un marcador, bastantes horas y similar cantidad de libros para contestar con toda la honestidad posible que no tienes la respuesta. O te dicen que cómo es posible que no supieras que querían estudiar arte pero no se pudo (y te sientes de lo último). O te piden que le cortes las uñas a un recién nacido.

No estoy lista para esto. Voy a tener que pedir que designen a alguien más para esa clase, o si quiero quedarme con ella, voy a tener que arremangarme y empezar a hilar fino.

Cuando me pasaron allá, hace un par de años, hice pucheros, porque me estaban usando de parche. Estaba con los niños chiquitos, que me hacían sudar la gota gorda, pero los adoraba. Ahora ya no tengo que correr detrás de nadie para evitar que se coma los crayones. Estoy mucho más relajada, o eso parecería. Pero la tensión que puede haber en tanta quietud no deja de asombrarme.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman