enero 31, 2007

Antipatía

Las cosas han ido saliendo mal desde tempranito. Pésimo. Madrugué a ver si Dios me ayudaba, pero creo que hoy él se estaba riendo de los refranes y, de paso, de mí también.

La moral por el piso. Cosas por hacer. La mayoría de las cuales no alcanzaré a realizar, o haré mal. Y claro, la plena cooperación de mi familia para que mis problemas se solucionen *sarcasmo a toda vela*.

Y para colmo, o sea para volverme más cínica, viene alguien y me dice que le estoy causando preocupación. Ay. Ahora qué hice.

"Estás trabajando demasiado, Daelita. Ya no nos tomas en cuenta a los demás."

En ese momento, ocurrieron dos cosas. Primero el apenas resistible impulso de preguntar, "¿y cuándo es que los he tomado en cuenta?" (culpo de ello a las malas influencias). Pero me di cuenta de que no conseguiría emitir a continuación la sonrisa necesaria para indicar que la frase había sido dicha en broma.

Lo segundo fue causado por mi intento de reprimir el impulso ya mencionado. Miré a la pantalla en busca de inspiración, y me fijé que en ese momento tenía abierta la Cabina de Suicidios. Ahí si tuve ganas de reírme, pero me di cuenta que no sería una risa agradable, que quizá la preocupación de mi compañera de labores experimentaría una tendencia al alza, y que la ocasión ameritaba una expresión neutra all the way. Para crédito mío, lo logré.

No es mi intención preocupar a nadie. Cuando me dan mis ratos antipáticos, lo mejor que se puede hacer si no quiere amargarse, es dejar que se me pase y encontrar mientras tanto alguna otra actividad en la cual aprovechar el tiempo. Ojo, que no estoy diciendo que yo me lo tomaré con madurez y calma, ni que desistiré de llamar la atención hacia mi terrible sufrimiento... Solo advierto lo que conviene hacer en estos casos.

A veces, en medio de la adversidad, me pongo magnánima.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman