julio 22, 2005

Suerte pirata

Yo renuncio (gasp) Me rindo (gasp) Al tacho el orgullo. Esos eran mis pensamientos a las 19.33 de ayer. Corriendo las últimas cuadras porque el bus se quedó ponchado a poquito de llegar al seminario (pero no tan poquito según mis pobres pulmones), con un dolor de tripas maldito (entrañas de mis entrañas), y recién acordándome de cosas muy importantes:

que no había hecho los deberes de griego (gran novedad, van por los verbos y yo sigo con el alfabeto, algún día me equipararé, juro solemnemente...);

que tenía esa expo en grupo con Reivaj, quien todavía no salía de su guardia en Solca y además anda deprimido porque está en la etapa de darse cabal cuenta de que no todos los pacientes se recuperan. Es curioso, él y yo creíamos que ese era asunto superado hace tiempo, pero resulta que una cosa es prever y otra vivir el momento;

y que teníamos prueba escrita de teología, para la cual no había estudiado, y mi cuaderno de apuntes descansaba cómodamente quién sabe dónde.

En fin, llegué con las justas, no atendí a la primera hora porque estar repasando para las siguientes (el ticherazo se dio cuenta), Reivaj llegó con las justas y ahí se expuso lo que se pudo (crucen los dedos para que el profe a la hora de asentar la nota sufra un breve lapsus en el que crea que estuvimos geniales), y ya para el escrito, nos pusimos históricos: la suerte está echada. Le fue favorable a Julio César y ojalá que a nosotros también; cuando ya no se me ocurrió más qué poner en la hojita, pos la entregué, no creo en inspiraciones de última hora.

Lo paradójico es que yo soy buena para la lata, pero este es el profesor que mejor me cae precisamente porque no se deja marear por nuestra palabrería estudiantil. Así que respondí lo que me acordaba, lo más conciso y te fuiste. Lo bueno es que como se trata de mi profe estrella, es el único al que realmente le pongo atención cuando habla, y hasta anoto cosas de cuando en cuando (especialmente las disgresiones, me encanta cuando se sale del tema), por lo cual pude recurrir a mi cosmos y sondear toda la información que hubiera guardado por ahí el subconciente. En el ínterin salieron un par de datos que, si bien no me servían para rellenar los espacios en blanco, darán material para algún post más adelante.

¿Por qué no preparas mejor tus lecciones, Dael? ¿Por qué lo dejas todo para última hora? Este.. buenas preguntas. Si vas a las medias tintas, mejor no vayas, ¿no? Pero es que en verdad no quiero tener que renunciar. Sí, he llegado al punto en que por una materia me aguanto las otras siete. Imagínate si no tuviera ni esa. Y como mi suerte usa pilas marca pirata, ayer también terminó el curso de gramática I, o sea que la próxima semana empieza el II, o sea que me quedé sin el gusto de salir antes que los demás los jueves. ¿Será que el profe se anima a tentarnos para la segunda exoneración? Ya se verá. Lo malo es que toca conjugación, y si bien no me hago tanto problema en la práctica, en teoría... digamos que yo estuve con sarampión justo en tercer grado cuando dieron esas trascendentales nociones del idioma castellano (oh, la vergüenza).

Bueno, me queda el último cachito de felicidad; alguien en los altos mandos se compadeció y decretó que el lunes no hay clase. Solo falta que aquí se arme la fiesta cívica y tampoco haya trabajo... y que me paguen pero ya mis vacaciones, y que las librerías traigan antes HBP, y que yo pierda cinco kilos este fin de semana, y que el acné sea borrado de la faz de la tierra y que de repente mi miopía desaparezca y yo me vuelva una mujer conforme y equilibrada.

Mientras el mundo se da la vuelta en pro de mis legítimos intereses, yo retorno a las negociaciones énticas (no como en ents, si no como en ente mutante del cual depende mi hora de salida).

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman