noviembre 04, 2004

De vuelta

It was wonderful. Después de tres años sin saber lo que era tener cinco días seguidos para mí, esto me supo a un sorbito de gloria. Y me ha dado más ganas que nunca de agarrar mi mochila, que yace sacrificada en el altar de lo políticamente correcto y la responsabilidad, y darle buen uso por todo el país.

Pero como no podrá ser, porque entonces me convertiría en esclava del mochileo -de fijo que sería la única opción en el frente, puesto que una vez que anuncie semejante barbaridad en casa, ya no podré usar más el posesivo en primera persona-, al menos me quedo con las ensoñaciones de ¡qué magnífico cuando sea vieja y jubilada, y me duelan las articulaciones, y ande despacito sin que nadie se sienta con derecho apurarme, y no me preocupe cómo me veo, porque igual estaré tan arrugada que nadie me mirará dos veces!

Resumiendo: compras varias, llevar a mi madre al traumatólogo porque temíamos que se hubiera roto el dedo meñique del pie (solo dislocado, y gritó de lo lindo), siestas, Simpsons Delivery, mariscos, más siestas, la nueva temporada de Smallville, la playa y un cable de alta tensión que cayó e hizo explotar un transformador mientras esperábamos en un local de comida china.

Reivaj ya zafó de ir al campamento. Yo espero zafar la próxima semana, porque si él no va... como que hará falta vida inteligente, o al menos cómplice, con quién confabular.

Compré muchas tonterías, como zanahorias, y brócoli, y leche descremada, pero también tengo El país de Oz para alegrar el rato. No encuentro El oro del rey por ninguna parte.

Hablando de Smallville, hay algunos capítulos que por causas varias me he perdido, y por lo tanto discúlpenme si no entiendo, pero ¿Chloe está viva? ¿Por qué su tumba está vacía? Lo de que Lois Lane fuera su prima... Digamos que mi disparatada imaginación ya había sorteado esa posibilidad. Lo que no me acaba de gustar es que esa Lois choca con la imagen mental que yo tenía de ella, pero eso es lo de menos, se arregla con unos cuantos episodios más.

Eso sí: ver el lado oscuro de Clark, o sea Kal-El, fue buenísimo. Por un momento pensé 'Este chico va a destruir la Tierra, y bien merecido que nos lo tenemos; sigue nomás, con toda confianza'. Pero luego ganó mi lado rosa y estaba yo chillando porque Clark regresara, porque ¿dónde si no estriba todo el encanto de Superman? En que es un ser sobrehumano en lo físico, pero también en lo moral. Y no se me quejen. Que entre nosotros hay unos cuantos sobrehumanos.

Bueno, y entonces me gusta ese tipo de héroe, supongo. Con imperfecciones, cómo no, pero todo noble en el fondo, cuando de verdad se necesita que la gente muestre de qué están hechas. Por eso ha de ser que le voy al Quijote, a Harry Potter (y por si las moscas, aclaro que no los estoy poniendo juntos en el podio, ni en el mismo estadio, siquiera), a Gokú, a Tsubasa, a Luke Skywalker y al capitán Harlock. Y, últimamente, a Diego Alatriste.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman