Bichos

A la vuelta de donde vivo hay una maderera. Es la única explicación que se me ocurre para que esta mañana, cuando salía para el trabajo, me encontrara frente a un burro bien gordo que comía tranquilamente la hierba que crece en la acera.

Me hubiese asustado muchísimo -el burro era grande y a pesar de Platero, sé que pueden dar buenas coces- si no fuera porque tenía unos ojos tan maaansos que me dio ternura. Apenas me miró de reojo y siguió con lo suyo. Buen bicho.

XD Duncan -nuestro perro- le armó un escándalo digno de oírse a través de la reja. Dudo que de otra forma se hubiese mostrado tan valentón, porque es un mimado. Anoche llovió un poquito, y en vez de meterse a su casita como todos esperábamos, lloró todo el tiempo que pudimos aguantar (como cinco minutos) y hubo que dejarlo entrar para que duerma.

¡Y los gatos! Entraron como diría Popeye, alma que lleva el diablo, apenas cayeron unas gotitas.

Mi madre se queja que tenemos un zoo en casa. Yo solo espero que no se amplíe a un burro, por muy visita que sea.