¡Cierto!

No comenté nunca Una serie de eventos desafortunados. No he leído los libros (gracias, globalización), pero espero tener la oportunidad.

Debo decir que las actuaciones de los niños me sorprendieron. Todas esas ligeras y angustiosas muecas que uno hace cuando tiene la edad de Violet o Klaus. ¡Y Sunny! Tal como el bebé Jack Jack de los increíbles, reafirma mi idea de que no hay que fiarse de los bebés, ¡son criaturas astutas y peligrosas!

Y creo que me va a gustar mucho leer a Lemony Snicket como narrador. Esa explicación de por qué esa no es una película de duendecillos felices, de por qué uno puede vivir una vida llena de infortunios y sin embargo ser afortunado...

Y también, por qué no, esa acusación del Conde Olaf. Él no era el único culpable. Tenía razón. Era un villano, ni más ni menos, pero no le falta razón al decir que los demás adultos hicieron lo suyo al no escuchar a los niños. "¡Jamás lo hacen!", grita Olaf. Y es cierto. Por más villanos que haya, la sordera y la ceguera voluntaria es lo que les deja las puertas abiertas.