Caso confirmado

Venía en el bus, maravillándome de que iba a llegar temprano y todo, cuando el chofer se desvía por los arreglos que están haciendo en las calles con esto del metro. Nos fuimos por una zona en la que hay varias fábricas, esas de paredes blancas interminables e irresistibles para quien tenga una lata de pintura. Como al conductor los minutos de más lo tenían desesperado, solo alcancé a leer uno: Las mujeres feas tienen derecho a la vida; pero Dios mío, dales la cura.

Puse mala cara porque me acordé de Reivaj, maestro en encontrar frases que me indignen. Delante de mí iba sentado un muchacho de unos 14, con toda la pinta de irse escapando del colegio. Iba mirando por la ventana igual que yo. Leyó lo mismo. Y se puso a reír, solo dos o tres segundos hasta que pareció caer en cuenta que iba riendo solo (el bus apenas si llevaba siete u ocho personas) y miró inmediatamente a ver si alguien se había dado cuenta. La más cercana era yo, y puso cara de ohnoalguiensediocuentayademásesmujeryencima tienecaradelocafeministaquenoaguantaniunchiste.

No pude evitarlo, lo juro. Me reí yo también.

Pobre chico, creo que se llevó el susto de su vida, porque se bajó una cuadra después.

Update: Reesulta que leí mal (ver en los comments). Si ya no es novedad, yo y mis lecturas erróneas.