Lecciones

Estoy comprobando que el desayuno sí es la comida más importante del día. Ayer me lo salté y después no pude comer nada hasta las 3 de la tarde. Fatal. Y hoy otra vez me lo salté, y no sé si habrá sido la forma de protestar de mi organismo, pero me distraje en el bus y cuando me dí cuenta ya estaba entre el McDonald's y el comisariato de la D. C. No es que el ejercicio me venga mal, pero aproveché para comprarme algo; no me conviene estar tan de baja el día de cierre.

Ayer no estuvo tan feo. Digo, me había resignado a que después de lo bien que todo salió por la mañana (obviando mi frustrado almuerzo) algo tenía que equilibrar las cosas. Las clases estuvieron insoportables, y solo ansiaba escuchar el timbre de salida, cuando el profesor de la última (gramática) empieza a decir que comprende que algunos estamos tomando ese curso solo de relleno, y que los que quieran hacer una prueba de exoneración se anoten. Reivaj y yo nos miramos un nanosegundo, él se paró y gritó ¡Anoten a mi hermana y a mí!. Citando a Dobby/Claudia, ¡whee! Eso significaría salir 45 minutos antes los jueves =D

Ya voy a empezar a enviarle mensajes telepáticos al de pedagogía a ver si se decide a seguir el ejemplo de su colega. Lástima que está como una piedra de denso y capaz que todos mis esfuerzos se me rebotan, y la sugestionada resultaré ser yo.