agosto 29, 2005

No me creo

"Con la desesperación no se resuelve nada. Para resolver las cosas hay que enfrentar el problema, dedicarle tiempo y mucho esfuerzo... yo prefiero la desesperación".

Dicho por ahí, por el blog de Pescetti. Mire a la columna de la derecha.


A veces la desesperación hasta produce cosas, no útiles, pero interesantes.


Por acá, una de cal y dos de... pura carcoma. Al fin vislumbro el cuento del que viviré hoy. Y escribo a cuentagotas, porque el estómago empieza a armar la protesta ante la tercera mañana consecutiva que cedo a los encantos del café. Superyogur al rescate.


De ahí, limpiar el correo colapsado de basura. Carta de Mauliva, que cuando la lees te sientes hipócrita, y no es que la intención sea mala, todo lo contrario: es que es tan transparente que por más que hasta hace un minuto te sintieras feliz con tus intentos de honestidad, descubres que eres una farsa. Yo de grande quiero ser como Pau.

Me gusta engañarme pensando que es simple manía de ponerle emoción al asunto, ¿a quién le interesa la pura y aburrida verdad? Hay que entretener a la audiencia. A menos que esté en una de mis fases apáticas en las que ni a mentir me animo. Pero al fin y al cabo, siempre estoy diciendo alguna mentira. Aunque sea callándome, las digo. Es incontrolable. No, no incontrolable, es cuestión mía. Como dije antes con el llanto, siempre hay una milésima de segundo en la que decides lo que haces a continuación. Eres franco o mientes. Guardas la compostura o estallas. Pones cara de inocencia o te ríes. A veces hasta me divierte mentir innecesariamente. Yo no he hecho nada, ni sé de lo que me están hablando. Y sin embargo sé que el otro me está mirando fijamente, para leerme alguna expresión traicionera. Y para darle gusto, hago algún gesto culpable o me río. Ajá. Sonrisa triunfal. Me han descubierto. Y no me han descubierto nada.

A veces (no diré si está bien o mal, le doy rodeos todavía a juzgarlo), hago la prueba para ver quién me conoce. Y los engaño. Si me descubren, perfecto. Con Fraulen Al-zheimer mejor ni me molesto, a menos que quiera ganarme una insultada. Con Reivaj tampoco porque no me gusta que me mire así, con ese desaliento digno de hincha del fútbol. Eh... no diré más, me estoy metiendo en zona pantanosa. También puede ser que la gastritis predisponga a los ataques de sinceridad, y en ese caso más vale tocar retirada.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman