octubre 17, 2005

Como que paz

Fue un buen fin de semana. Cumplí con muchos pendientes (no todos, algo hay que dejar para el mañana), aunque sinceramente eran cosas que quería más que debía hacer.

Claro que mis días no están llenos de sol. Menos mal, porque moriría de una mezcla de insolación y de absoluta desconfianza, que cuando las cosas se ponen azul pastel a mí me da la paranoia. El balance lo trajo una pelea con Jose, y ya me disponía a pasar una tarde bien miserable cuando Reivaj va y me dice:

-¿Por qué el drama? Tú hubieras hecho lo mismo.

Juro que quise indignarme, pero no se pudo, y acabé riéndome a carcajadas, porque me dí cuenta de que tenía razón. Mis hermanos y yo nos parecemos más de lo que nos gustaría admitir. Siguiendo esa línea de pensamiento, me quedé tranquila porque supe que antes de que se terminara el día todo estaría solucionado. Y así fue.

El exceso de confianza me hizo olvidar lo que Pepsi suele causarme. De resultas, he dormido cosa de media hora, solo para soñar que volaba (ya van tres). Y volé. Cama abajo. Me preocupa ligeramente que ahora los golpes me provoquen risa.

No me muero de sueño gracias a mi amado café. Pero me late que algún santo va a pagar las consecuencias.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman