Franqueza

No consiste en decir todo lo que pensamos, sino en pensar todo lo que se dice.

Hippolite de Livry

No estoy taaan mal entonces. Este señor que no sé quién es (patéticos los resultados de la búsqueda en Google) ha logrado hacerme sentir medio comprendida. Definitivamente nunca digo ni la cuarta parte de lo que pienso, pero tampoco voy a profesar algo que en realidad no crea. Puedo explayarme fríamente sobre teorías y actitudes con las que no esté de acuerdo; eso sí, lo haré constar. En otras opiniones, mucho de lo que no se dice podrá ser clasificado como mentiras, pero es que también le tengo demasiado apego al derecho a decir lo que me da la gana y no más. (Y sí, leo la frase del día en el periódico; casi lo único que leo en el periódico, además de las cómicas.)

Por ahí eso no le gusta a mis papás, por ejemplo, que de vez en cuando insinúan haber querido que yo les contara todo lo que me ocurría / se me ocurría. Lo mejor es que sospecho que, en el fondo, no quieren saber. Por eso a veces me divierte la idea de que pregunten. No lo hacen, no hay mucho sentido en andar buscando confesiones si ni de niña lo hice. Esos arranques en onda mala hija tampoco es que duren mucho.

Y así acaba el momento sentimentaloide de la semana. Por lo pronto respiren tranquilos que no habrá más. Ya me están sonando en la cabeza un par de canciones del fin de semana, y son bastante divertidas, así que el ánimo me va mejorando. Qué falta de constancia, ni la azulera me dura lo suficiente como para hacer un post con la contextura apropiada.

Three cool cats...

Así que, juguemos. Quiero una palabra de trece letras.

Yo empiezo. Desarraigados.