Concilio intergaláctico

Día asqueroso el de ayer. Asqueroso hasta las 19h00, aclaro, en que zafé para ir al encuentro de Namida, que me esperaba en la avenida principal. Claudieko se hizo esperar. Cuando la llamamos, nos avisó que subiéramos-al-vuelo a la 40 que venía embalada en nuestra dirección. Tiene bien amaestrados a los choferes, creo que hasta es accionista de la cooperativa. Yo esperaba que le dijera al cobrador que nos deje pasar no más, pero hubo que pagar pasaje igual.

Como llegamos temprano, nos tocó sentarnos a esperar a los norteños. Como había chocolate, también hubo paciencia. Por suerte Al y Gokú llegaron dentro del límite horario establecido. Eso era una macedonia de ratas, merodeadoras y saiyajines, pero por suerte los más seguridad no se dieron por enterados. ¿Se trataba de salvar al mundo de algún nuevo mal que lo amenaza? ¡No! Porque el mundo, generalmente, se resiste a que lo anden salvando, y además de implicar trajecitos ridículos, esa carrera de superhéroe no da ni para los chicles (proporcionados amablemente por Al, en este caso, aunque la próxima vez se le agradecería que no fuera Tumix). Lo que sí, fue una reunión políglota. Al metió su alemán trucho y Gokú y Namida el japonés. Mi solo hablar castellano.

(Pausa. La ppzz sigue resentidísima conmigo porque ayer me vio salir con unos compañeros a comer helado -me debían una apuesta, la primera que recuerdo haber ganado en mi vida- y dice que con ella nunca salgo. Creo que va cachando.)

Una vez que todos habíamos leído el libro Seis, había varias cosas qué comentar, en especial la culpabilidad, malignidad o heroicidad de cierto personaje, cuestión en la que no todos estábamos de acuerdo. Bueno, Al no había leído pero eso no suele amilanarla, fue la que más habló (y solo fue un capuccino). Lamentablemente el contenido del debate no se puede exponer a menos que a alguien no le importen los spoilers y quiera detalles.

No hubo muertos ni heridos. Pero este asunto no se resolverá hasta julio del 2007 (hay un rumor sobre el 7/7/7), en que la señora Rowling, esa mujer desalmada, ponga fin a las especulaciones. Eso sí, fueron apareciendo, producto del chocolate, temas varios, cada vez más raros. Le fuimos a los dibujos animados. La primera sorpresa fue que no todos clasificáramos a Candy Candy como la mejor comedia de anime. Qué extraño. Nos acordamos de la canción de La princesa de los mil años, de Supercampeones, de las Olimpiadas de la Risa, de las llegadas tarde a clases por ver Saint Seiya, de la primera temporada de Sailor Moon (que sí, que la primera fue buena)... Cuando nos disponíamos a dilapidar por unanimidad a Pikachu, Clau y Namida salen con que les gustaba el equipo Rocket (0_o) y hasta se sabían el discursito con el que siempre empiezan sus intentos de secuestrar a algún pobre pokémon. Premio al absurdo.

Prepárense para los problemas / y más vale que teman / para proteger al mundo de la devastación / para hundir a los pueblos dentro de nuestra nación / para denunciar los males de la verdad y del amor / para extender nuestro reino hacia las estrellas / Jessie ? James / El equipo Rocket / viajando a la velocidad de la luz / Ríndanse ahora o prepárense para luchar / Miow, es verdad.

(Namida se lo sabía de memoria, sin comentarios.)

Los recuerdos de nuestra lejana juventud tenían que resurgir. Namida piensa ingresar a la antigua prisión en la que Gokú purgó sus culpas, y nada de lo que el ex presidiario dijera pudo disuadirla. En fin. Nuestras penurias colegiales y universitarias también tuvieron su momento, como ciertos datos innecesarios sobre los uniformes (too much info), el fugaz paso de Al por la música y el teatro (el misterioso caso del conejo que se convirtió en perro), y de cómo un grupo de tecnocumbia acabó animando un evento dizque intercultural. También hubo imitaciones de Patricio y Bob Esponja (not me, por si acaso, pero a Gokú solo le falta un disfraz para hacerse el billete en cualquier fiesta infantil), cuadernos de Darth Vader (no para mí ¬¬) y más chocolate (^^). Namida rules. Claudieko está por graduarse, tiene una semana para terminar la tesis, pero allí estaba, sentada con nosotros, faltando a clases y la tesis, bien gracias. Claudieko rules, too. Y se va a graduar (hagámosle barra).

RR (Luis, Faelivrin, Rostro Rata) estuvo presente a la distancia, puede estar tranquilo que bastante hablamos de él =D. Yo me olvidé de llevar la ratita que me regaló, y Al también, pero Claudieko la carga siempre. Después de aguantar largo rato los éxitos de Alejandro Sanz y evitar que Al interpretara 'La Tortura' (Alemania ha tenido más repercusiones de las que habíamos estimado), unos lagarteros quisieron animar la cuestión. Claudieko se las sabía todas, y pronto empezó a hacer peticiones (una de Braulio sobre una quinceañera, 'Yellow'), pero no le hicieron caso. En venganza, se acercó a las plantitas de la ventana a aplicarles el efecto dementor. El que anduviera de rojo le quitó bastante dramatismo.

Alguien se acordó de esta película de Emily Rose, que solo Al había visto, y hubiera pasado rápido al olvido de no ser notificados que Linda Blair es una aprendiz al lado de Clau, a quien esto de despertar a media noche hablando pársel, y girar la cabeza como faro de aeropuerto, le sale y sin necesidad de efectos especiales. Es mejor que esta muchacha se gradúe cuanto antes, no se vayan a dar cuenta los del consejo académico y le manden algún sacerdote a la casa. De ser así, que avisen por favor para encargarnos de documentarlo todo.

Una bandeja que se cayó por ahí marcó nuestra huida. Muchas cosas quedaron pendientes, pero ya habrá ocasión. Otras tantas se quedan fuera de este relato, pero eso ya lo dejo para narradores más ágiles, como Claudieko y compañía, que de seguro se encargarán de hacerme quedar mal, cosa que aquí he evitado en la medida de lo posible.

Por si acaso, me declaro inocente de todos los cargos. Señores del jurado.