enero 11, 2006

*cof cof*

Mi garganta vuelve a quejarse. Es que claro, ni bien Dael se siente mejorcita, chao jarabe. Y ahora tengo una tos fastidiosa.

Los muy chistosos, a estas alturas comentan que me vendría bien la antigripal (¬¬)



Mi yo huraño anda contrariado. Por lo general voy a comer con dos de mis compañeras de la oficina. Todo bien. Nos sentamos en una mesa para diez personas, solo nosotras. Ellas hablan, yo escucho. Armonía perfecta.

Pero esta semana no sé que les ha picado a esas dos que buscan la mesa más concurrida. Voy a empezar a sospechar que buscan que solo haya dos asientos libres, en cuyo caso la indirecta no podría ser más directa. Sea cual sea el caso, su sociabilidad está estropeando la paz de mis almuerzos.

Esa es una de las críticas de mi detractor (léase padre). Rara vez nos peleamos, pero suele ser por eso. Porque puede estar todo el mundo de lo más divertido y yo estoy en la nebulosa Andrómeda; me arrulla el sonido de la conversación ajena, y me dedico a rumiar mis asuntos hasta que ¡pop! alguien me devuelve a Tierra. Él dice que le da miedo que un día no regrese.

Ay, padre. Si el problema es que siempre regreso. Y para encontrar qué.



Sí, ando hecha un rayito de sol (^_^)

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman