febrero 10, 2006

Disipar las nieblas del futuro

Con los años me he he vuelto medio adivina; sabia, no. Ya veo venir las catástrofes, pero me da demasiada pereza hacer algo para evitarlas. Quisiera atribuirlo a rebeldía, pero a quién voy a engañar.

Ayer era la premiación de una competencia interna de la ofis. Pasaron invitación impresa, emails, llamadas, vinieron personalmente a confirmar la asistencia, y mi jefe cuando se iba me dijo que tenía que asistir porque era obligatorio. Ay por favor. Ya vamos a empezar con lo mismo por lo que le dije adiós al seminario. Si se meten con mi apatía no respondo. Me imaginé que al día siguiente habría reclamo, yo escucharía y explicaría que trabajo que cansancio que blablabla y seguiría en mis trece. No contaba con la astucia orca, que a la distancia haría sentir su maléfica presencia.

Me quedé en el puesto, entre que escribía, chateaba y miraba unas fotos del retorno de Ken (TM) que me mataron de la risa (estilista ha tenido el muchacho), hasta más o menos la hora en que empezaba el evento. Mis propósitos eran irme a mi casa, darme un baño e instalarme frente al televisor. Apagado, porque todavía ando con Eragon, y está interesante porque no hay werewolves pero sí un werecat.

Así estaba yo hasta que Namida me llamó a ponerme al día en la chismografía politécnica (anda emocionada la muchacha, pobre inocente, y eso que ella en cuestiones universitarias no es novata, pero pareciera). Cuando regresé, tenía un par de mensajes del ente. Ese man está de vacaciones y no deja de dar la lata. Ya iba dispuesta a descargar mi ira en 150 caracteres, pero me contuve. La práctica hace al maestro. Y hace úlceras, también, según me han dicho.

Al parecer, MM ganó un premio por el diseño de un especial de Star Wars que hicimos el año pasado. Ah, qué bien. Lo felicité. Total, mi contribución a la causa fueron unos garabatitos que salen en negro, lo artístico no es lo mío.

Hasta que el orco me dice que mi jefe está ahí, y que está contento. Me imagino la sonrisa del boss. Pensando: Y la condenada de Dael ni se apareció. Ya verá mañana.

Así que apenas ponga el pie por aquí a mí me espera mi premio, es decir, mi repelada. Porque mis compañeritos oficinescos tampoco fueron. Eso ya nos pasó una vez, y en esa ocasión yo no tuve naranjas que ver, así que me salvé, pero ahora, ni con boya.

Y aquí es, te están matando, pero yo estoy muy concentrado en lo mío. Claro, cuando todo ha pasado irán a recoger tu cadáver y si te queda algo de vida, a pedir los detalles.

El ente me las pagará. Por estar hecho el concursante es que pasan estas cosas. Qué le pasa. Como si una pc, una cámara o un ipod valieran los problemas que me causa. Habrase visto.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman