La mandarina mecánica
No, no es el remake de la Naranja. Tampoco es el equipo holandés, que a su lado se queda corto. Lo que pasa es que se han sindicalizado, decididos a apoyarse mutuamente. Qué Masonería ni qué Nueva Era. Las cofradías han perdido significado sino se orientan a los preceptos de todo socio de la mandarina mecánica:
- Convocar a chats que ni él mismo sabe para qué son.
- Concerta reuniones a las que no va.
- Ya sobre la hora, tiene listas las excusas. Fiebre, sueño, trabajo, salvar a la humanidad.
- Para terminar confesando, bajo tortura, que no le dieron permiso (o no se atrevió a pedirlo).
- Pide a los amigos que le saquen permiso.
- Bajo presión, amaga que va, pero a última hora, es víctima de secuestradores venusinos, y no puede asistir.
- Pregunta al día siguiente, con toda inocencia, '¿Cuándo y dónde era esa nota? ¿Quién invitó?'
- Cita de memoria a Asimov, a Verne o hasta a De la Cuadra, si alguien pregunta qué le pasó.
- Repite el proceso hasta alcanzar el 0% de credibilidad.
- Y después, pregunta candorosamente por qué nadie le cree.
- Trata de sacarse la vuelta cada vez que alguien le hace acuerdo de estos y otros sucesos con un: 'Así son, oe'.
Los socios jamás portarán credenciales, ni querrán identificarse como tales. Sin embargo, están abiertas las inscripciones hasta en semana santa, día del trabajo y cuando haya clásico del astillero. Interesados en afiliarse, aquí y aquí.
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