diciembre 01, 2004

¡La cajita funciona!

Es casi demasiado bueno para ser cierto, tanto éxito. Pero no me quejo, que en algo tienen que compensar los desastres cibernéticos que me ocurren/causo.

A pesar de lo temible que parecía todo, al fin logré salir casi ilesa de todos mis asuntos ayer, excepto que no fui a lo de Al, pero hoy compensaré.

Me mandaron una encuesta de cuáles son los hechos más relevantes del acontecer mundial, según yo. Todo el mundo (o sea los cuatro gatos de mis amigos) puso cosas como la muerte de Arafat, las elecciones en EE. UU., la interconexión celular o el estreno de Machos.

Yo me quedé escuchando el cantar de los grillos, porque si bien esas cosas afectan indirectamente a todos (hay que escuchar a la gente hablando de los hermanos Mercader así una no vea la novela), la verdad es que no me han importado mucho. Me alegré un par de horas por la interconexión, pero como la generalidad de mis conocidos usan Porta, qué más da. Igual me cobran el doble.

A mí me motivan otro tipo de noticias.

Estuve revisando mi lista de buenos propósitos de comienzos de año.


1. Hacer la tesis o arreglármelas para deshacerme de ella de una vez. Asunto terminado. No pienso hacerla, al menos en el futuro próximo. Tengo cosas más interesantes en mente. (Sí, tú...).

2. Escribir al menos un cuento. Este... yo... verán...

3. Hacer ejercicio. Condénenme.

4. Ver Prisionero de Azkabán. Cumplido y con creces.


Oigan, que son todos muy buenos. Ya el cumplimiento es la parte dura, en ciertos casos más que en otros.

Pero puedo decir que hubo otras cosas: descubrí un par de autores. Uno me gustó y del otro me hice fanática.

Entré al Seminario, lo cual fue una sorpresa completa, porque hacía tiempo que había renunciado a esa posibilidad, y porque el impulso para hacerlo salió de una prohibición. Eso también me ha unido mucho a Reivaj, y me alegro sinceramente de pasar más tiempo con él.

También estuve muy enferma, y me sané gracias a Dios, porque fue uno de los días más terribles del año. Yo casi no lloro, y jamás en público. Pero ese día tuve que aguantarme el dolor y la frustración de ocho de la mañana a nueve de la noche, y apenas llegué al carro de mi papá me solté a llorar a todo trapo. Lo cual no me llenó de autorrespeto, precisamente.

Descubrí que puedo superar situaciones a las que normalmente les huyo. También me doy cuenta de que cada año estoy menos dispuesta a seguir las convenciones y a acatar órdenes, especialmente cuando no hay argumentos detrás. Y que me vuelvo cada día más protestona. Toda la culpa es de Reivaj y su mala influencia en mí. Lo cual es preocupante, ya que influir es mi responsabilidad de hermana mayor.

Hice dos amistades que valen la pena, por inet.

Empecé a participar más en mi lista de literatura infantil y juvenil, y descubrí a unas personas lindísimas a las que no olvidaré nunca.

Le perdí bastante la pista a la lista de Tolkien, lamentablemente. Sigo leyendo y todo, pero casi no colaboro.

Jo metió la mano en su página web, y así nos alegró el día a muchos.

Este año me deja sin mi mejor amiga en el país. Pero es parte de sus sueños, y por eso me alegro.

Volví a engancharme con algunas de las series animadas que me obsesionaron en mi adolescencia, y descubrí que si bien puedo reírme de ellas, todavía me gustan.

Por último, mi familia está completa en todo sentido. Mis hermanos crecen. Mis padres envejecen, pero siguen con ánimos de jugar con nosotros.

Mi clase de los domingos ha hecho pequeños pero significativos progresos.

Y una compañera me está ayudando a buscar universidades que ofrezcan la carrera de literatura a distancia.

Tengo un perro y tres gatos traviesos.

Ya casi no caben los libros en mi estante, y el próximo año quiero comprarle un hermanito.

Y cumplí mi propósito secreto que vengo haciéndome desde el 1 de enero de 2000.

Go me.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman