febrero 11, 2005

Down... and up again

Lo peor es que no sé por qué estoy bajoneada. Tengo mucho qué hacer, bastante pereza, pero también toda la tarde por delante. Verdad que mañana tengo que trabajar, pero en la tarde voy a ver la versión extendida de El retorno del rey con Mil, cuatro horas, si nos da la raza. Eso debería alegrarme ¿no?

Será que entre ayer y hoy varias personas (un manaba incluido) me han recordado lo de la bella durmiente de mi tesis, y siempre que dejo las cosas a medio hacer el sentimiento de culpa renace. Lo peor es que, según yo, ha había decidido no complicarme por eso. Pero nanay, cuando menos se espera, salta la liebre. Ahora entiendo por qué aquellos de mis amigos a quienes les sirvo de conciencia dicen que puedo ser muy molesta.

Hoy se casa una prima mía, pero como yo tengo la excusa de que es mi día de cierre, creo que no voy a ir. No me miren así, es que no me agradan demasiado las bodas. Además, mis padres van a ir. Sumando en que tengo mi pequeño desacuerdo con el asunto, ya que ella es muy joven, dos años de universidad no son nada en este mundo, y apenas conozco al chico en cuestión.

Ya sé que es decisión suya, ok, estoy siendo metiche, precisamente por eso no voy, para no aguarle la fiesta a nadie con mi cara de circunstancias. Pero es que pelados, estoy un poco intrigada. El martes me enteré que el miércoles iban a ir a pedirla. Mi madre estuvo porque, no sé si lo he comentado, en ausencia de la mayoría de mis tíos maternos, ella anda representado a un montón de sobrinos. Ese día me dijeron que la boda era el 14. Y anoche me dijeron que era hoy. A las duras penas alcancé a comprarle un regalo. Yo, cual Condorito, exijo una explicación.

Pero como doña mamá nos mandó a callar apenas osamos musitar nuestras inquietudes, mis hermanos y yo optamos por una discreta retirada. En resumen, creo que todos tendremos clase o trabajo hasta tarde. En mi caso no es que sea mentira, pero igual nos quedó mirando feo.

Debería estar contando cosas más alegres. Sí, eso haré. Sursum corda, como decíamos en el colegio.

Bueno, rara vez hay personajes históricos, reales, a los que admire de verdad. Hay gente de la que valoro mucho su trabajo, lo que hicieron, pero ya sus vidas personales son otra cosa, por ejemplo Albert Camus. Otro día hago la lista de los famosos ilustres, pero por ahora mencionaré alguien de que se habla muy poco en la red, un marino (y matemático, geógrafo, astrónomo, geómetra, etc) español llamado Cosme Damián de Churruca y Elorza. Un tipo que hacía tratados científicos, leído y apreciado en toda Europa, que por cosas de la guerra fue al mando de un barco de la Gran Armada hispano-francesa (recuérdenme por qué detesto a Napoleón) y murió en la batalla de Trafalgar, con poco más de cuarenta años. "Si oís que mi barco ha sido capturado, decid que he muerto", dijo antes de zarpar. O sea, encima, valiente y, al decir de los que lo conocieron y de los historiadores, buena persona.

Pregunta: ¿No les ha pasado que mientras leen o ven la tv o una peli, hay un personaje que les parece interesante, ya sea porque es talentoso, íntegro, lúcido, magnánimo o qué se yo, pero que es obvio que en cualquier momento va a desaparecer? ¿Y no se han encontrado deseando, aunque se sepan la historia de memoria, que algo cambie y que esa persona siga existiendo?

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman