Bienintencionada

Hay más orden en mi cosmos. Mi madre se cansó de ver el caos en el que vivo, y ayer encontré mis cosas cada una en donde debería estar. Hasta se atrevió con mis papeles, a los que yo misma les tengo terror. Habrá hecho desaparecer información valiosa de épocas inmemoriales en el proceso, pero la verdad no pienso reprochárselo, porque de ser por mí, eso se hubiera convertido en los archivos del registro civil, segunda parte.

Lo malo es que también botó la mayoría de las cosas que tenía yo pegadas atrás de la puerta y en la pared. Solo se salvó el Principito y eso porque está relativamente nuevo y en un pedacito de corcho que no pudo quitar. Lo demás no quiero ni pensar cómo ni dónde estará. Si me animo más tarde, empezaré otra vez la tarea de recolectar comiquitas, pero la verdad es que mi cuarto se ve muy otro, cerrar la puerta ya no tiene el mismo significado y es extraño dormirse pensando que se está en el sitio de alguien más.

Pero hoy por la mañana ya dejé destrucción a mi paso ^ ^