junio 03, 2005

Hoy no debí salir de casa

Lo dijo Reivaj y yo lo secundo. Perdí estúpidamente la mañana esperando a que otras personas entregaran su trabajo. Ni me fui a comer siquiera. Y nada. Mi ñaño me llama y me dice que va a venir porque necesita hablar conmigo. Recién como a las tres de la tarde salgo con él a buscar un combo mcdonald. Se ha peleado con su cuasipelada, y me preocupa ver que él, el ego más saludable (excesivamente saludable) que conozco, está bajoneado. En fin. Nos despedimos y lo mando para la universidad porque decide que ya está bien de gastar el tiempo, que va a ponerse a estudiar en serio y que necesita investigar algo.

Y en quince minutos, en malditos quince minutos, esto se vuelve la paila del infierno. Me llama el editor, corregimos un par de cosas, todo bien. Me pregunta por unas negociaciones con el departamento de ventas. No han cumplido, digo yo, en honor a la verdad. Llama al gerente. Viene este señor con cara de velorio. Mi jefe pregunta qué necesitamos (si eso ya se sabe desde el año pasado). Ni modo, seamos pacientes. Explico lo que hace falta. El otro tipo me mira como si yo fuera bruta y me dice pero Dael, eso es plata.

Maldita sea, claro que sé que es plata, él y yo y las iguanas del parque sabemos que es plata, lo sabemos desde hace siglos, ese es su trabajo, no el mío.

Al final, con mi jefe mirando alarmado entre los dos (if looks could kill) llegamos a un acuerdo.

Regreso a mi puesto. Al ha estado tratando de comunicarse conmigo, pero tuvo que desconectarse. Una de mis amigas más cercanas vino de visita y no la pude ver. La bandeja de entrada está llena de mensajes del diseñador que recién se digna a dar señales de vida, solo para quejarse. Y Reivaj me manda un mensaje. No pude investigar nada porque tienen todo cerrado, se están mudando. Hoy no debí salir de casa.

Mi exclusiva paparazza me está diciendo que ya le gustaría a ella tipear tan rápido como yo y estar siempre tan tranquila. Le respondo con una sonrisa beatífica.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman