Caja

No, todavía no he cerrado ni mi jefe ha pronunciado su solemne "¡Va!" o el terrorífico "¡No va!", pero termino este día con alivio. Digo día porque ya está oscureciendo, habrá qué ver qué se trae la nochecita. Pero vamos al saldo.

- Discusión con el ente hasta casi las lágrimas de frustración. Si lo ignoro, sigue insistiendo hasta que respondo con toda la paciencia de que soy capaz. Y entonces me va peor porque malinterpreta las tres cuarta partes de lo que digo.

- Hice mis llamadas a las librerías locales. Sí van a traer cierto libro. Y lo traen para fines de julio, que es más de lo que me atrevía a esperar.

- Alguien que me cae bien y que no es mi tío cumple años el mismo día que yo. Mazo, Guillermo.

- De mañana me regalaron chocolate y a la tarde comimos torta por el cumple de una compañera, la Carmita (y era de manjar).

- Claudieko anda medio depre, y eso en una adolescente mutante es extraño. ¡Ánimo, Clau!

- Reivaj también anda depre porque una amiga suya se puso grave y se la llevan del país de urgencia para operarla. Así que nuestro almuerzo de hoy fue un poco triste. Además se enteró de su relativa fama por estos rincones, y me preguntó qué exactamente digo de él. "Tus perlas de sabiduría", contesté, quizá demasiado entusiasta. Frunció las cejas esas que tiene, severas como las de nuestra madre, y añadí que, además, comento de su pasión por el fútbol. No fue más. Está pensando en ponerse un blog, adivinen sobre qué.

- Apareció Al, y aprovecho para anunciar que mi mal ejemplo tiene como consecuencia su blog y el de Luis. Al es muy agresiva para escribir. Y Luis siempre tiene historias divertidas para contar. Ahora es tu misión afiliarlos, Manaba.

Sería tres en este año, y la del 2004.

Mundo, ahí tienes mi cuota.