julio 12, 2005

Qué bien, percances

Hoy, no es que me levanté con el pie izquierdo, es que me caí de la cama, lo cual, no importa el lado, me puso de pésimas. Había leche hervida para desayunar (puaj), alguien se terminó mis galletas, y debido a que mi madre se ha empeñado en mantener el orden en mi rincón nada estaba donde lo dejé, así que nos peleamos un rato.

Salí tardísimo, renegando de mi torpeza matinal, cuando ví a una persona conocida en la parada del bus. Era una chica que vivía -vive aún- cerca de mi casa, con la que esperaba el expreso del colegio, y con la que me metí en muchos líos nada más empezar primer año porque ella era bastante flexible en cuanto a las reglas y a mi lado perezoso le convenía escucharla. Por ejemplo, ir y venir en el expreso era obligatorio (¡pero nos tardamos la mitad si nos vamos solas!); así como quedarse los lunes bajo el sol cantando el himno, los himnos (si nos quedamos en la biblioteca nadie nos ve); subir las interminables gradas para gimnasia (si le damos la vuelta a los laboratorios llegamos en cinco y sin escaleras) y llevar el pelo siempre pegado al cráneo, lo cual a ella le resultaba insoportable e imposible. Éramos la mar de distintas y sin embargo andábamos de acá para allá hasta que se fue por las matemáticas, y ahí sí yo no sigo a nadie.

¿Hace cuánto que no la veía? Ocho años. Vivimos a tres cuadras de distancia. ¿Por qué habrá sido? Ah, sí, porque yo estaba en esos horarios malditos de la universidad, y ella en las profundidades de la Espol. Eso explica mucho.

Pude haber tenido una mañana perfecta, con café, madre amorosa y puntualidad, de haberle hecho caso al despertador. Por hoy me alegro. Súmese que en el camino me acordé que puede que tenga dos lunes libres en fila (declaren inamovible el feriado el 25, por favor).

Neil Gaiman dice que las eventualidades son unas cobardes, que como no se atreven a atacar solas, te caen en grupo. Ha de ser cierto, y a eso también puede deberse el extremo aburrimiento: a que andan peleadas, perdidas, o a que no terminan de ponerse de acuerdo.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman