septiembre 16, 2005

Rebelión en la granja

El cerebelo es la región del cerebro que integra la percepción sensorial y la motricidad. Hay una serie de surcos neurales que unen a la corteza motriz, que a su vez manda la información a los músculos para que se muevan. También se conectan con el tracto espinocerebelar (¿ ?), que permite la propriocepción (¡¿ ?!), o sea la percepción de qué lugar ocupa el cuerpo de uno en el espacio, para que no vaya tropezándose que da gusto.

Más allá de si se entiende o no ese champú de ahí arriba, es que he descubierto el origen de que nunca me falte un moretón o, en su defecto, un chichón. Mi cerebelo anda rebelde. Se supone que su deber es hacer de mí una criatura que se conduzca con gracia y equilibrio. Y como si fuera poco, le pagan por ayudarme con eso de poner atención, filtrar el lenguaje, la música y otros estímulos sensoriales.

Pues el mío necesita que le reparen el filtro, pero ya. Porque yo no sé cuándo es que dicen todas las cosas importantes. Siempre me las pierdo y acabo escuchando cosas que a nadie más le interesaron. Y lo peor, es que las recuerdo palabra por palabra o las anoto, o sea, tengo las pruebas para demostrar que así fue. Y de todos modos así no fue.

¡Protesto contra la tiranía del cerebelo! Tiene que comprender que en esta vida hay que desvestir a un santo para vestir a otros, y si a él no le acomoda la falta de café, a las paredes de mi estómago sí, de modo que desde hoy, le declaro la guerra. Nos declaramos la guerra.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

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  • Fragile Things, N. Gaiman