octubre 04, 2005

Cruzando la reja

Si mis entradas se calificaran con esas marcas que ponen las parvularias, últimamente todo serían caritas tristes (°~°)

O mi madre está aplicando la técnica del "tratémosla bien a la loquita a ver si así se olvida del tema de la semana", o se lo está tomando mejor de lo que yo esperaba. En todo caso, la felicidad ha vuelto a la granja, parece ser. Por mí no hay problema en cesar las hostilidades.

Los lunes solo tenemos una hora de clase. Después, tenemos una hora de integración. Se imaginarán, con lo sociable que es esta criatura, lo bien que me la paso. Para colmo ayer mi augusto hermanito tenía guardia otra vez y no fue al seminario.

Me siento con un librito bien gracioso acerca del imperio romano (no podrían quejarse, me estoy ilustrando), lo más al fondo posible, cuando llega una de mis compañeras, que a veces hace el camino de regreso con Reivaj y conmigo. Me avisa que la puerta principal está abierta (los lunes nos cierran esa y la lateral, para ahorrarnos la tentación del escape). Que qué hacemos.

Me siento tan orgullosa. Nuestra influencia empieza a dar sus frutos. En especial después de que la última vez que ella se fugó con nosotros, la vieron, y por ella nos infirieron a los demás, y nos pusieron las respectivas faltas.

Pero bueno, me está preguntando qué hacemos. Pues irnos, claro está. ¿Y si nos ven? No quiero que la discusión se vuelva eterna, los segundos son preciosos, le digo que salga primero, pero que no se le ocurra pasar por la puerta lateral desde donde pillan a los fugados, que se vaya para la otra esquina y me espere allí.

Al minuto, salgo yo tras ella. La encuentro en la esquina, con otras dos compañeras, muertas de risa, como han de ir los chicos cuando se escapan del colegio (no lo sé a ciencia cierta porque nunca lo intenté). Creo que la risa les viene bien a las señoras, así que me alegro de haber apoyado la idea; nos tomamos un helado en la otra cuadra y nos despedimos. Llamo a Reivaj para avisarle que ya no venga, que nos vemos en la casa.

Claro que se han de dar cuenta (los chismosos nunca faltan, yo misma les hice de la mano mientras cruzaba la reja prohibida). Hoy nos han de pasar factura. Pero es que también, ya hace rato que reina la paz en esa región de Dinamarca.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman