Con subtítulos

¿Será que no me impresionó tanto Narnia porque mis hermanos ya me habían contado ciertas partes, entre ellos el máximo punto dramático, o porque sigo aferrada a los chorrocientos combabientes de El Retorno del Rey? La culpa la tiene Peter Jackson por andar de exagerado.

Igual, necesito verla de nuevo. Porque estando tan próxima a las Ratas que me acompañaban, buena parte del ambiente se pierde. Con tanto comentario fuera de lugar, lo único que conseguí fue reírme todo el tiempo (yo y los vecinos de butaca).

Eso sí, voy a denunciarlos por maltrato a los animales, y eso que no me destaco por mi espíritu ecologista.


Ya estoy hasta el cerquillo que no tengo de la gente que se aparece quejándose (¡a mí!) de que está gorda. Caramba, disfrutemos de nuestra decadencia en paz. Usualmente son amigas, pero esto se ha salido de control, hasta Rafael anda haciendo publicaciones truchas en su blog (y auspiciando daelcidio, ni más ni menos).


Reivaj ha anunciado una sorpresiva visita; debo bajar a recibirlo; aunque me late que esto va más por el lado de préstamo sin devolución, que de fraternal afecto (¬ ¬).