Haya paz
A los que aman la Navidad, y a los que no, también. A los mártires que compraron regalos y a los que, a diferencia de cierta Dael, tuvieron la suficiente fuerza moral como para negarse a andar haciéndole el gasto a los de siempre. A los que conozco por los mensajitos (hará un año que empezó todo esto), y a los que no pero que igual quién sabe por qué siguen leyendo... Háganle a esta cuestión de la paz y buena voluntad, no está tan mal.
Aprovechemos que por esta vez parece que la familia está dispuesta a reunirse por motivos no calamitosos. Como el dulce ambiente navideño que me despertó esta mañana, olía a relleno, a pavo... y música de fondo, Jose y Reivaj discutiendo por no se qué tontera. Pero tienen sanos los pulmones, y ánimos suficientes para pelear. Casi casi dan ganas de unirse, con cualquier pretexto, pero no. Para qué dañar la composición.
Ah, la Navidad.
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