Para qué más

No me gustan los monos, me dijo Claudieko. A mí tampoco. No me dan esa ternura que le causan a mi amiga Mafer, que deja que su monita se le duerma en la almohada, y por eso anda con una alergia tremenda. Así que King Kong mucha ilusión no me hacía. Pero como sabiamente dice Gokú, es Peter Jackson, y en algo tiene que entretenerse hasta que nos haga El Hobbit, así que si quiere dinosaurios, déjenlo que juegue.

En un espacio que tenía no se qué canal, que pasaba películas en blanco y negro cuando era pequeña, vi la original. La de ahora, claro, está mucho más trabajadita y todo, tiene más humor, pero en estructura se le parece bastante. Y además alguien se dio gusto creando bichos, ¡esos gusanos, absolutamente asquerosos! Buaj, Mil y yo chillamos a gusto (y dejamos sorda a la gente de los asientos vecinos). También nos reímos bastante poniéndole subtexto al mono XD

Me ha tocado regalarle a la paparazza en esta fiestita de la oficina. Es hoy, ni idea de si llegaré porque parece que lo hubieran hecho a propósito, justo en día de cierre y encima con el concurso al que por cierto me tocará madrugar para asistir mañana. Le estoy preguntando al uruk-hai si tengo esperanzas de llegar a la torta, aunque me late que más bien será a lavar los platos.

Y la pregunta del millón es ¿qué le regalo a la paparazza? Se aceptan sugerencias. Olviden eso, se suplican sugerencias. Le gustan las comedias románticas y la música romántica y las novelas románticas y todo lo así. Me voy resignando a pasar por admiradora de la Allende. Sigh.

Armé una encuesta acá con los compañeros. Me han dicho que le regale un bonsai, para que le prodigue sus afectos. No, no le haré eso a un ser vivo. Un bolso. Mmm. Puede ser, carga más tereques que yo, si eso es posible. Un espejo. Tampoco fomento esa vaina del narcisismo.

Repámpanos.

Sé que mi dad me va a regalar algo chévere porque en algún maneje andaba hoy temprano antes de traerme al trabajo, y aunque le dije que lo podía acompañar, se la sacó bonito y me botó por acá antes de las nueve (¬ ¬). Pero averiguaré que es, Reivaj no es incorruptible.

Mi boss me está ignorando. Anda con sus artículos y no me para bola, he resuelto esto del concurso prácticamente solita, bueno, sí vino una chica de servicios al lector a ayudarme, una aniñada simpática, y la paparazza que en todo está. Pero si se hace el importante, allá él, yo lo tengo todo fríamente calculado. Ya después que las circunstancias no cooperen, escapa a mi jurisdicción.

En realidad sé que soy bastante cruel por aquí con el ente yla paparazza. Ya me lo han dicho. Algunos de ustedes, no ellos, líbreme el eterno de caigan por acá. No es que sean malas personas. Solo tienen problemas de actitud. Ella se interesa mucho, tanto que asfixia. Él se las da de genial e incomprendido, tanto que no se da cuenta que Y Dios creó al hombre es una figura literaria para decir humanidad, léase: mucha otra gente que nace, crece, se consigue un empleo de nueve a nueve, y muere.

No les tengo odio ni nada de eso. Empezando con que no me calibraron las tripas para odiar. Pero en el primer caso, soy bastante individualista, y una de las formas de ponerme a la defensiva es que me quieran sacar información. Y en el segundo, no me molesta demasiado que la gente airee su ego... siempre y cuando no interfiera con los procesos de mi trabajo, lo que lamentablemente aquí sí ocurre.

Esos elementos, interactuando con este, arman ácidos corrosivos. En cuyo caso, el problema también viene siendo mío. Grandioso. Yo que quería quedar como la equilibrada y fresca al final de este post, ya me gané otra raya. Bien hecho, Dael. Así quién necesita detractores. Toda en una, esa soy yo.