Sonamos

Otro rol para el no valgo ni un par de centavos. Ha sido la semana mundial de la amistad, y yo ni enterada. Me voy un ratito, y al siguiente me llenan el correo de rosas amarillas. Me rodea la gente linda y no sé muy bien qué hacer.

Hablando de, saludos y bienvenidos Namida y FAP, no sé cuánto tiempo permanezcan en el país, pero que lo disfruten.

Según yo, voy avanzando con el asunto del concursito. Más me vale porque para mañana ya debo tener ganadores y empezar la llamadera. Habré visto un centenar de cartas, ni de lejos la cantidad del año pasado, pero es que también dimos dos semanas de plazo y no cuatro. Y para qué me voy a quejar; con la generosa ayuda que me han brindado mis compañeritos marketeros, es mejor así.

Por suerte apareció Jack y ahora me acolita o me acolita. Claro que ya me salió con sus comentarios chauvinistas por los que está en riesgo de quedarse sin cejas (¬ ¬).

Me alejo, porque aún debo terminar un texto, y porque me duele la pancita. Mi culpa por haber recaído en el café. Pero lo estoy necesitando, amago que estoy tranquila, que tengo todo bajo control, pero la angustia reprimida alguna costura rompe, la probabilidad de error está ahí, y no sale gratis.

Pero ké eztoi avlando, todo ba a zalir vien, todabia no e perdido mis fakultadez, y no hes heskarcha esto que me vriya en las manoz.