Casualidades
Alguien me añade a su msn. El nombre me parece familiar. Como soy un desastre para acordarme de dónde conozco a tal o cual persona, acepto, no vaya a ser que es mi mejor amiga de la infancia y yo otra vez con mis lapsus, por los cuales a menudo quedo mal.
Y dale, nos ponemos a conversar, parece buena gente, al rato ya nos estamos riendo, y yo todo el tiempo, acuérdate Dael, acuérdate... Llega un momento en que hay que ser franca. Así que pregunto lo menos torpemente que puedo, cómo así me agregaron.
La respuesta me llena de alivio, encontraron el nick en el perfil de Blogger. Como siempre haciendo drama por gusto. Sigo chateando alegremente hasta que las coincidencias (el crimen de que se nos acusa, traslado a la celda, régimen carcelario, resignación y esperanzas) empiezan a saltar otra vez, y las dudas vienen detrás. En montón. Demasiadas para el radar. Y creo que la persona al otro lado se está preguntando lo mismo. Es simultáneo. ¿Dónde trabajas?
Seh, apenas a cien metros, en otra división de este mismo complejo penitenciario, un alma se aventuró en la red, tropezó por aquí y decidió hablarme *waving*. Saludos, Navrè, compañera de yugo. Eres bienvenida.
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Postdata: El próximo que me mencione a Floricienta, morirá ¬¬
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0 me llevan la contraria:
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