julio 11, 2006

La recordadora

Si Neville quisiera prestarme su recordadora, se lo agradecería mucho. Se supone que el domingo en la noche hice un post en el que analizaba mi calidad de parásito frente a toda la gente honorable y productiva que conozco. Estaba tan orgullosa de haber escrito algo coherente. ¿Y dónde está?, se preguntarán. Pues, en el cd donde lo guardé. ¿Y dónde está el cd? Sigue en el bolso que usé el domingo. Descansando.

También se suponía que debía pasar la lista de temas del mes. ¿Dónde está la lista? En el mismo cd. Tuve que contorsionar la memoria para elaborar la lista a vuelo de pájaro y entregársela a mi jefe, que rondaba mi puestito como el tiburón a la lancha esa de la película.

Lo único que no olvidé, y ya porque lo hice dormir junto a mí para que al despertar me recuerde su presencia, fue el montón de paquetes del concurso. Ya tengo una veintena que me gusta. Necesito reducirlo a once. Hay uno que me encanta. La traducción es más o menos así: 'Los mayores guardan las cosas importantes en lugares muy seguros. Tan seguros, que olvidan dónde era cuando necesitan las cosas de urgencia. Yo inventé estas gafas para que cuando se las pongan, recuerden dónde dejaron lo que están buscando, porque a mí con sus preguntas me estresan'.

Cuando haya terminado esto del concurso y vengan los niños a tomarse las fotos y recibir sus premios, le voy a pedir a ese pelado que me regale las gafas. No sé dónde he puesto los números de Evangelion que aún no termino de leer. No sé dónde está mi libreta del banco, again. Sé que puse a salvo la pequeña rata que me regaló Faelivrin. En algún lugar debe estar mi título, que nunca mandé a enmarcar. (Me lo debo de autorregalo.) Las aspirinas no aparecen, y tengo que robarme las de mi mamá, sabiendo que yo compré una cajita (creo). Ya van varias veces que compro tarjetas para el teléfono y luego no sé dónde están. Ni hablar de las peleas por el control remoto, que luego aparece bajo mi almohada...

Soy una desmemoriada. Y una vez más reniego de revivir con detalle sucesos de lo más inútiles, como ese memo de ayer de que, además de las pruebas (cómo me ha dolido que termine el Mundial), tendremos que hacer un ensayo semanal. O sea ¬¬. Grandioso.



Solo tengo un pequeñísimo consuelo. Las pruebas son los martes. Y el próximo martes, esta rata no asoma así me llenen la oficina de camembert.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman