agosto 25, 2006

Recién es agosto, diantres

Cada año la navidad cae más temprano. Intuyo que está cerca cuando empiezan a dejarme más tarea de la usual para el fin de semana. Por ejemplo ahora. Hay un nuevo modelo de tamagotchi, y me han pasado uno de esos bichos para que aprenda a usarlo y pueda escribir sobre él con propiedad (°____°). Ojalá no muerda.

Es parte del proceso que en cuanto se acerca el día del niño, o navidad (en términos comerciales ya es hora de que el hombre de rojo salga del... armario en el que ha de pasar de enero a agosto, más o menos), se arme acá la de San Quintín con juguetes caros y en mi opinión poco imaginativos (pero a ver si me hacen caso). Cuando salieron esos trompos electrónicos, fue una locura entender porqué mismo es que chillaban. Tampoco me parece divertido tratar de armar una muñeca Bratz, con sus bocas marca Botox y narices a la Voldemort, sin hablar de pies desarmables. Puede deberse a que mi etapa Barbie duró poco, y a causa de mis hermanos estuvo salpicada de mucho monstruito Marvel.

Lo lamentable es que sin falta me veré arrastrada a todo ese frenesí juguetero -ya ha empezado-, a menos que me las idee para darle un giro al asunto, lo cual sé de antemano que no será bien recibido por los compañeritos encargados de la cuestión publicitaria.

Con intentar no se pierde nada.

Si suficiente horror me produjo ayer ver a mi hermanito, puesto un gorro rojo con borla blanca, luces de colores y música incorporada. Yo ya no estoy para esas impresiones, y él lo sabe, motivo por el cual fue despedido de mi presencia sin más contemplamientos.

Navidad, ya que significas buena voluntad, demórate un poquito por esta vez, te lo ruego.



Además, dudo que estas fiestas me deparen muchos regalos por buena conducta. Ya esta semana cometí mi primer hurto. ¿Fue el primero? Creo que una vez me llevé unos libros de la biblio del departamento de idiomas, donde no te dejaban que los sacaras (además de que cerraban a las cuatro de la tarde, los vagonetes). Me fui con un par de novelas a casa el fin de semana, y las devolví el lunes.

Por tanto, el que viene a ser mi segundo hurto se perpetró así. Alguien vino a presumir su nuevo iPod nano a mi puesto. Lampareó, lampareó, y se fue. Dejándolo junto al teléfono. Yo, por supuesto, me compadecí del pobre artefacto, y lo guardé en el cajón, en espera de que vinieran a reclamarlo. Llegó la hora de irme y nada. Así que revisé a ver qué tenía. Y como me pareció interesante, decidí invitar al enano blanco a hacerle una visita a mi ratonera. Se comportó como se debe, hasta que se quedó sin batería.

Ya ayer noche devolví al sujeto, puesto que no tengo el cable para ponerlo a cargar. Pero como rescate pido que me copien algo del contenido. Ya cerré el trato con el padre desnaturalizado. Mientras se alejaban, el chiquillo gritaba 'no dejes que me lleven, Dael'.

Pero no pude hacer nada más que apretar los dientes. Las leyes están contra mí en este caso.



Para recuperarme, empecé a ver Fullmetal Alchemist. (¬ ¬) Casi me muero en las primeras escenas, ¿por qué nadie me dijo que anduviera con cuidado? El shock. Suerte que recobré el aliento y seguí viendo... Edward está regracioso, pero Alphonse es la ternura en persona. No sé cómo le harán para recuperar sus cuerpos, me temo que las cosas no se van a resolver tan fácilmente (o no habría historia).

Ya que al hacerme el préstamo no me pusieron plazo, creo que haré caso a las personas sabias y me lo tomaré con calma; en vez de hacer esas sesiones maratónicas de las que salgo hablando incoherencias, avanzaré de tres en tres. Estaré entretenida un buen rato. Cuando me quiera dar cuenta, ya será septiembre, y la implacable atmósfera publinavideña se manifestará en todo su potencial... La estaremos esperando.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman