Al podio

Todas las veces que he dicho que no me puede ir peor, pues bórrenlas. Esta semana las supera a todas. Uno se despierta un día y no tiene ganas de hacer el esfuerzo de verle el lado bueno a las cosas. Que sean como quieran ser. Yo, hoy, no me gasto.



Hasta ahora, había salido invicta en esta cuestión de las pruebas de lectura. Siempre me llegaba el mensaje con las respuestas correctas. Nunca el que reciben mis compañeros los que sacan buenas notas.

Esta semana, Fufura et moi sommes dans la liste. Así me llegó la noticia:


Compañera: Pero qué bueno, no lo puedo creer, nos han felicitado. Estamos al lado de los dioses locales.

Dael: A mí más bien me preocupa.

Compañera: ¿Porqué, si estamos bien?

Dael: Porque estoy calculando cuánto de mi 'tiempo libre' le estoy dedicando a esto.

Compañera: =S. Voy por café.


(Siempre sembrando el pensamiento positivo.)


Aunque creo que ya le agarré el golpe a esta cuestión. No es de dedicarle una hora cada día. Es de sentarte el domingo con la bola de periódicos. Al día siguiente, del champú informativo, algo se te queda. En mi caso no todo, hay que salvar el honor, y siempre dejo un par de misterios sin resolver. Hasta la penúltima prueba había evitado contestar en caso de que dudara de la repuesta, pero no sé que me dio ayer, que divagué un poco en una que no me sabía bien.


Ni más le hago a la lata. No se me vayan a acostumbrar, y se arme un quien sabe sabe inter muros, y alguien termine tomando baygón.