enero 05, 2007

Honrar la profesión

Siempre culpo al conejo de haber terminado en esta profesión, porque a mí en el colegio ni chiste me hacía ser periodista. Yo quería estudiar literatura. La clásica de mi papá es 'haz lo que quieras que yo te apoyo'. Y mi mamá hinchando tooodo el santo día para que alguno de nosotros estudiara leyes. De vez en cuando se acuerda, todavía, pero me temo que tiene la guerra perdida. Empezando por la mayor y la que pone el ejemplo, o sea la rata aquí firmante.


Mum-Rat: Pero sería muy útil que alguien en la familia estudie leyes...

(Los tres a coro): ¿Y por qué no lo estudias tú?


No me arrepiento. Ahora que todo ha pasado, sé, estoy segura, de que hay varias carreras que me hubiera gustado más estudiar. Sin embargo, en su momento se hizo lo que se pudo, o lo que se supo: cuestión mía el no investigar más a fondo. La proverbial pereza.

Quizá porque no llegué muy ilusionada a la universidad, si no más bien resignada a que algo había que estudiar en renuncia a ese sueño que tenía antes, nunca he creído que el periodismo sea una labor sacra. Paso rodeada de periodistas casi más tiempo que el que paso con mi familia. Y para ser honesta... hay muy pocos que admire.

Porque conozco a los que de verdad, no saben darle forma a un texto, pero lo siguen intentando con un entusiasmo que no comprendo; o los que están fascinados con llegar a ser leyenda no importa qué o a quién dejen en el camino; o a los que aplican la doble moral de organizar seminarios y convenciones sobre la libertad de expresión, y sin embargo en la práctica diaria, no olvidan encenderle la vela al dios conveniencia...

Y me conozco a mí. Una infiltrada que aguanta porque ya es bastante suerte que le paguen por escribir.

En el periodismo, nosotros todos, profesionales y aficionados, sacados de oficios distintos, cada cual con su tendencia a lo político, a lo social, al entretenimiento, a lo científico; ratas honorables y las de alcantarilla, nos hemos hecho nuestro nido, como pasa en la salud, como pasa en lo religioso, como pasa en la política. Es una profesión más. Que sostiene en mucho la formación de opinión pública, ok. Pero con todo el respeto a Luis de Bonald, y a don Eugenio Espejo, no podemos estar por siempre queriendo creer que se iba a mantener como una pátina, que no iba a haber grietas. El periodismo nació, se mezcló con los viejos colores del mundo y adquirió tonalidad propia.

Por eso me gusta más la individualidad, verá usted. El decir, este mundo es así, pero en la medida de mis fuerzas le pongo un límite y soy yo mismo. Y hago las cosas según mi conciencia.

Ay. Iba a ser un post entusiasta felicitando a mis colegas y a mí. Bueh. Todavía estamos a tiempo. Según yo, ser periodista es aprender, investigar, ser creativo, pero esa es solo la base, porque a partir de eso hay que ser capaz de pensar por uno mismo y, en función de los demás, decir eso que uno piensa.

Y yo pienso, mientras más sucios se vuelven los caudales de información, es más arduo, pero también más interesante, identificar voces que valga la pena oír.

Feliz Día del Periodista, a los que estén por ahí leyendo.

Thesaurus

Idealismo: Asunto que requiere tiempo y energía. Yo no tengo.

Al momento

  • Fragile Things, N. Gaiman